miércoles, 22 de enero de 2014

El bajo en el blues (I)

Sobre el blues se ha escrito todo lo que merece la pena leer y alguna que otra barbaridad que cae fuera de banda. Sin embargo, y dado que aún se escuchan músicos afrontando la tarea de tocarlo sin el menor respeto, por el género y por la audiencia, hemos creído conveniente dedicarle unas palabras con el doble propósito de enriquecer nuestras líneas de bajo y disfrutar plenamente de tan glorioso género. Esto no es un manual de blues, sino los comentarios al mismo.

Consideraciones generales

  • El blues no es monótono, carente de ideas o aburrido. Si suena así es porque quien lo toca no lo comprende.
  • Es una música que gusta a todo el mundo, o eso parece. Nadie se atreve a decir que no le gusta, aunque tampoco hay muchos que aguanten un disco entero de Elmore James, por ejemplo.
  • El blues, en origen, es rural, lo que se traduce por rudo, áspero, básico y directo. Obtiene influencias de géneros hermanos, como el dixieland, el honky-tonk, el woogie-boogie o el rag-time. Tiene diversas denominaciones de origen, como el del Mississippi, el de Texas o el urbano de Chicago. Con los años se convirtió en rythm and blues, y en los años sesenta lo descubrieron los ingleses blancos y se convirtió en blues-rock. Grupos de rock con influencias de blues se cuentan por millares. Sin embargo, es un error de bulto citar a Whitesnake como referencia de blues.
Robert Johnson
  • Existe una frase tópica y cinematográfica que reza: "el blues no es un estilo; es una forma de vivir". La frase, aunque muy manida y sacada de contexto, es absolutamente cierta.
  • El blues no son "tres acordes y ya está". Digamos que es su esencia, pero se puede enriquecer de muchas maneras. Mantenerlo simple es el gran reto. Estos tres acordes son una trampa que, cual monstruo marino, se traga a muchos que intentan tocarlo. Un escollo para ejecutarlo decentemente.
  • Tocar blues no consiste en "tirar de pentatónica". Hace falta mucho ingenio para no aburrir sin salir de la pentatónica.
  • El hecho de que el blues se enseñe en escuelas y manuales como algo básico significa que se le va haciendo justicia, no que sea algo para niños. De hecho, el blues es para adultos.
  • Se puede tocar un excelente blues sin haber nacido a tres kilómetros del Mississippi. Las películas están muy bien, pero hay que olvidarse de ellas cuando subes al escenario.
  • Tocar con feeling es un concepto avanzado, deseable y posible. No consiste en poner caras de extreñimiento, posturas copiadas de un vídeo de Led Zeppelin o cualquier otro teatro.


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