martes, 29 de enero de 2019

Acordes de 3 notas (2ª parte) + Mi entrevista con el profesor Bajo Máximos

Ya tenéis en el canal de YouTube el vídeo correspondiente a la tercera parte de esta serie sobre acordes en el bajo, que no pretende ser más que un manual de acordes básicos para que te vayas manejando por el mástil.



La segunda parte del vídeo contiene la sorpresa prometida. En rigurosa exclusiva, imágenes de mi encuentro con el profesor Bajo Máximos, cuya información me vino de perlas a la hora de escribir estos artículos. En próximas entregas veremos más progresiones de acordes para ir combinando las distintas posiciones y conseguir un sonido rico y poco  usual. ¡Nos vemos!

sábado, 26 de enero de 2019

Acordes en el bajo (los que faltaban)



En el canal YouTube de Bajo Máximos dispones de un vídeo explicativo de este artículo. Clic aquí

En este artículo vamos a complementar la serie titulada "Acordes en el bajo". Incluiremos algunos acordes que se nos quedaron en el tintero y nos permitirán dar un toque de color a nuestras progresiones. Empecemos.

Acorde menor con sexta menor (mb6)



En la figura 1 podemos ver el acorde menor con sexta menor en dos posiciones: cuando la tónica (T) se encuentra en la tercera cuerda (izquierda) y cuando lo hace en la segunda (derecha). El acorde de la izquierda es un Cmb6 construido sobre el C del traste número XV, con su quinta, que es G, y su sexta menor, que es Ab. Un acorde con una sonoridad muy peculiar que yo no calificaría como alegre. El de la derecha es el mismo acorde, pero con la sexta menor de la octava inferior. Nótese que la sonoridad cambia por completo.

Fig. 1

Acordes de novena con quinta


En la figura 2 podemos ver los acordes de novena y novena disminuida que ya vimos en formato de dos notas. Ahora añadimos la quinta para dotarlos de mayor riqueza. El acorde de la izquierda es un C9 construido sobre el C del traste número XV, con su quinta, que es G, y su novena, que es D. El de la derecha es un Cb9, con su quinta y su novena disminuida, que es Db.

Fig. 2

Acorde semi-disminuido (m7b5)


En la figura 3 vemos el acorde semi-disminuido en dos posiciones: cuando la tónica (T) se encuentra en la tercera cuerda (izquierda) y cuando lo hace sobre la segunda cuerda (derecha). El acorde de la izquierda es un Bm7b5 construido sobre el B del traste número XIV, con su quinta disminuida, que es F, y su séptima, que es A. Esta última nota es las que define el acorde y lo distingue del disminuido y del disminuido séptima. El acorde de la derecha es una buena opción cuando la tónica se encuentra en la segunda cuerda, pero no es tan preciso, ya que al carecer de séptima podría tratarse de alguno de sus parientes de la familia de los disminuidos.

Fig. 3

Acordes sus4 y sus2


En la figura 4 vemos los acordes sus4 (izquierda) y sus2 (derecha). El acorde sus4, como vimos en otro artículo, se compone de tónica, cuarta y quinta, mientras que el acorde sus2 se compone de tónica, segunda y quinta. Ambos tienen en común que omiten la tercera del acorde, ambigüedad que les permite funcionar como acordes mayores o menores. Se ofrecen dos posibilidades de digitación: haciendo cejilla con el dedo 1 (izquierda) o usando el resto de los dedos (derecha).

Fig. 4
El acorde de la izquierda es un Csus4, con su quinta, que es G, y su cuarta, que es F. El de la derecha es un Fsus2, con su quinta, que es C, y su segunda, que es G.

Acordes mayor y menor con tónica en la cuarta cuerda


Este tipo de acordes son muy efectivos. Poseen una sonoridad muy rica, fruto de la gran distancia que hay entre sus dos notas. Tienen su tónica en el registro grave, lo que significa que sobre cualquier nota del bajo situada en la cuarta cuerda podemos construir, de la manera más simple, un acorde mayor o menor. En la figura 5 podemos ver ambos. El de la derecha es un A construido sobre el A del traste número V más su tercera, que es C#. El acorde de la derecha es un Am, con su tercera menor que es C.

Fig. 5

Acordes de séptima y menor séptima con tónica en la cuarta cuerda


Podemos enriquecer las dos posiciones que acabamos de ver añadiéndoles la séptima, como puede verse en la figura 6. El acorde de la izquierda es un A7, con su tercera (C#) y su séptima, que es G. El de la derecha es un Am7, con su tercera menor (C) y su séptima (G).
Fig. 6
Con esta pequeña guía de acordes dispones de vocabulario suficiente para empezar a tocar canciones y explorar en busca de nuevos acordes. Lo importante es tener claro cómo se construyen, cosa que veremos en otro artículo.


sábado, 19 de enero de 2019

Acordes en el bajo I

Nueva serie de vídeos sobre cómo ejecutar acordes con el bajo. En ellos se puede visualizar todo cuanto fue explicado en otros artículos de este blog, concretamente los denominados "Acordes en el bajo". Los artículos han sido actualizados para ofrecer una explicación más clara de la técnica. Ahora podéis ver cómo colocar los dedos e interpretar los gráficos correctamente. También podéis escuchar la sonoridad de los distintos acordes, algo fundamental para poder utilizarlos.


En esta primera parte nos centramos en los acordes de dos notas. En breve subiremos otros vídeos que ilustran cómo ejecutar acordes de tres notas y cómo podéis aplicarlos a vuestras composiciones musicales o arreglos de otras canciones. Los acordes no forman parte del trabajo típico de un bajista, pero si se utilizan bien en el momento adecuado pueden añadir una nota de color muy interesante. ¡Buen provecho!

sábado, 12 de enero de 2019

Aquellas webs de puro HTML


Un músico es como un viajero. Hay ciudades que conoce a la perfección, pero desea conocer otras. Tiene su técnica favorita, la que domina, y sus conocimientos de armonía más o menos extensos, pero desea explorar otros territorios, convencido de que encontrará tesoros que llevarse a casa y de que el viaje le resultará enriquecedor.

Existen diversas técnicas de ejecución en el bajo eléctrico: dedos, púa, slap, tapping… Incluso dentro de ellas hay sub-técnicas, diferentes formas de usar los dedos o de percutir las cuerdas en el slap. Dejando de lado que siempre han existido genios, la realidad es que un bajista suele destacar en una técnica más que en las otras. Incluso puede que prescinda de todas menos una, siguiendo aquel refrán que dice que “el que mucho abarca, poco aprieta”. Así, un experto en slap puede que no sea muy hábil con los dedos y ni siquiera se plantee utilizar la púa, mientras que alguien acostumbrado a los dedos es posible que ignore por completo el slap (Jaco Pastorius, sin ir más lejos).

Nadie te obliga a dominar todas las técnicas, aunque si deseas dedicarte al bajo de forma profesional es primordial que puedas defenderte en todas ellas, al menos de una forma decente, ya que es posible que el que te contrata desee en un momento determinado un poco de dedos, slap, tapping o acordes para dar variedad a la canción. Mejor todavía: aunque el jefe no te lo sugiera, puede verse gratamente sorprendido si, al esbozar una canción, entras ejecutando una técnica que se salga de la norma en comparación con el resto del repertorio.

Con esta finalidad desarrollé un pequeño apartado de “Técnica” en mi web original, Bajo Mínimos, a finales de 1998. No pretendía ser un dossier exhaustivo, pero sí mencionar las principales y explicar en qué consisten para que cada uno pudiera ampliar información por su cuenta, información que muchas veces he ampliado desde los artículos de este blog.



Tengo que decir que aquella página web, Bajo Mínimos, sigue activa a día de hoy. Cuando entras con Google Chrome te aparecerá la frase “No es seguro” en el cajetín de direcciones URL (wtf?), cosa que no comprendo, ni tampoco los administradores del servidor. Estoy en condiciones de garantizar la seguridad del acceso, ya que se trata de un servidor que corre bajo Linux y sus esforzados administradores se pasan día y noche monitoreándolo. No por mi contenido, desde luego, pero sí por otros que comparten el hosting. Así que nada, podéis entrar sin problema alguno.

Cuando empecé a programar aquella web no existía PHP ni todas esas maravillas de la tecnología que dan a las páginas de hoy ese aspecto tan admirable. La palabra SEO no se conocía. Construíamos a base de prueba y error, experimentando libremente. Cualquier experto en SEO de nuestros días te dirá que mi página es un auténtico desastre en cuanto a diseño. Te dirá que no es SEO-friendly, y no seré yo quien lo discuta, puesto que tiene toda la razón. Pero tengo algo para ese experto en SEO.

Es posible que páginas con un SEO pobre queden apartadas del tráfico del ciberespacio, relegadas al olvido y solamente rescatadas de cuando en cuando por algún simpático bloguero que las da a conocer posteando un link. Sin embargo, tengo que decir que la mejor información que jamás encontré en Internet provenía de páginas de este tipo, en un noventa y cinco por ciento. Auténticas perlas en su contenido. Esos consejos dorados que no te dice nadie, porque el que los sabe se los calla como una harpía para tener ventaja sobre la siempre creciente manada de competidores.

Por desgracia, la mayoría de estas webs han desaparecido. Desde aquí quiero emitir un sincero homenaje a gente como Libby Bee (The Libster) o Marc Sabatella por ser mis faros, mis guías, en aquel lejano cambio de milenio. Los sigo admirando profundamente.
Ah, el eterno debate entre forma y fondo, la visibilidad y el contenido. Entiendo que es mucho más agradable leer una página donde sus contenidos son presentados de forma impecable, páginas cuya producción cuesta, a veces, un dinero que algunos no nos podemos permitir. Pero ¿es acaso un sitio web sobre bajo eléctrico un fin en sí mismo, un objeto para ser contemplado? ¿Va a entrar en éxtasis alguien por el mejor hecho de aterrizar en una web con un diseño que quita la cabeza?

Te pongo un ejemplo. Si tuvieras que elegir entre una web con un diseño de rompe y rasga, cool hasta la muerte, pero con un contenido regular, y otra de diseño simplón y colores chillones, pero con una información realmente útil para mejorar tu forma de tocar, ¿cuál visitarías primero?


miércoles, 9 de enero de 2019

Cómo ejecutar hammer-on y pull-off


Comenzamos una serie de vídeos, que podéis consultar en mi canal de YouTube, sobre técnica y otros aspectos de nuestro instrumento favorito. En este primer vídeo se explica, de forma simple, cómo conseguir una mayor velocidad en los fraseos, gracias a la aplicación de las técnicas de hammer-on y pull-off.


Disponéis de información por escrito en este artículo de Bajo Mínimos. Recordad que la velocidad no es un fin en sí mismo y que toda técnica puede resultar útil para mejorar nuestra forma de tocar. Que lo disfrutéis.