viernes, 15 de febrero de 2019

Progresiones de acordes (las que faltaban) (y II)

En el canal YouTube de Bajo Máximos dispones de un vídeo explicativo de este artículo. Clic aquí

Continuamos explorando distintas combinaciones de acordes, siempre con el objetivo de sacar el máximo partido a este recurso. Así que ya sabes: enchufa tu bajo y prepárate para descubrir nuevos territorios sonoros.

En esta segunda parte veremos, además, cómo sacar partido a posiciones fijas. Es decir, conseguir distintos acordes sin cambiar de posición, sólo desplazando uno o dos dedos (figuras 4, 6 y 7).

En el ejemplo de la figura 1 vemos una progresión muy sencilla que hace un buen uso de las cuartas y las quintas. Como sabemos, se trata del mismo intervalo, pero con una sonoridad distinta en cada caso, que hará que nos decantemos por uno u otro. La digitación la puedes encontrar tanto en artículos anteriores como en los vídeos del canal de YouTube de Bajo Máximos (ver enlace más arriba).

Fig.1


La figura 2 muestra los acordes que vamos a necesitar para la progresión que veremos a continuación. Son acordes que ya hemos visto, casi todos en su forma básica (mayores y menores) y algunos con extensiones para dar variedad y un toque de color.


Fig.2


La figura 3 nos muestra la mencionada progresión, una progresión en C que modula por unos instantes a Eb, consiguiendo un efecto altamente refrescante sobre el conjunto de la pieza.


Fig.3


En la figura 4 puedes ver los diagramas correspondientes a los acordes necesarios para ejecutar la siguiente progresión. En ellos verás la colocación de los dedos y las notas que integran cada acorde, pero debido a su complejidad te recomiendo que veas el vídeo explicativo cuyo enlace tienes al principio de este artículo. Código de colores: el verde muestra la primera posición y el resto sus variaciones, siguiendo este orden: azul, café y rojo. Las notas en color blanco son notas comunes y por lo tanto quedan fijas.


Fig.4


La figura 5 muestra la progresión que se construye con los acordes anteriores. Una progresión en D con descensos diatónicos (los dos últimos compases de cada fila) y un descenso cromático en la tercera fila muy similar a uno que ya vimos en otro artículo.


Fig.5


A continuación (figura 6) vemos una sencilla pero efectiva progresión, utilizada en un artículo previo, que hace un buen uso de la cuerda de A tocada al aire.

Fig.6


Los diagramas de la figura muestran los acordes que se usan en la siguiente progresión, todos ellos ya de sobra conocidos.

Fig.7


Y aquí tenemos la progresión (figura 8). Nuevamente, un descenso cromático en la primera fila de acordes y lo más parecido a un dominante secundario en el penúltimo compás.

Fig.8


El uso de acordes en su contexto real, es decir, formando progresiones debe servirnos para darnos cuenta de la importancia de las distintas notas y el sonido peculiar que producen en los cambios de acorde, algo que podemos aprovechar para incorporarlo a nuestras líneas de bajo.


viernes, 1 de febrero de 2019

Progresiones de acordes (las que faltaban) (I)



 En el canal YouTube de Bajo Máximos dispones de un vídeo explicativo de este artículo. Clic aquí

Continuamos con el apasionante tema de los acordes en el bajo viendo otras progresiones en las que veremos cómo funcionan los que ya conocemos y sabemos colocar en el mástil, su color, su sonido característico y su función armónica. Si este tema te pilla de nuevas, lo mejor es que empieces por el principio con este otro artículo. Lo entenderás mejor.

En este artículo no vamos a mostrar la digitación para cada acorde, es decir, los números correspondientes a los dedos de la mano izquierda, precisamente por lo dicho en el párrafo anterior. El enlace te lleva directo a los artículos anteriores donde encontrarás las digitaciones correspondientes a todos y cada uno de los acordes que se presentan en estas progresiones. Y ya, sin más, vamos con la primera progresión.

ii-V-I-VI (tonalidad mayor)


Es una progresión muy común que puede escucharse en muchos standards de jazz y también en canciones pop. Se suele usar también como turnaround en un blues mayor, como veremos más adelante. En la figura 1 podemos ver la progresión y, justo debajo, los diagramas correspondientes a los acordes que la integran.

Fig. 1


ii-V-i-IV (tonalidad menor)


También muy común, representa la versión para la tonalidad menor y se puede usar como turnaround en un blues menor. Tócala y dime si no te vienen a la mente varias canciones que utilizan esta sucesión de acordes, en todo o en parte. La figura 2 muestra la progresión junto con los diagramas de los acordes correspondientes.

Fig. 2


Blues mayor


Cuando se trata de progresiones de acordes, las de blues son obligatorias. En la figura 3 tienes una colección de acordes con su diagrama y las notas que lo componen. Son los acordes que emplearemos en el ejemplo de la figura 4, más abajo.

Fig. 3

Es una típica progresión de blues, con algunos aderezos para darle interés y elevarla con respecto a la muy básica, que tan sólo usa I-IV-V. Me refiero al Fdim7 del sexto compás o al Ab7 del décimo compás. Puede observarse que en los compases once y doce utilizamos un turnaround muy parecido al de la figura 1. Para más información te recomiendo este artículo sobre el bajo en el blues.

Fig. 4


Blues menor


Al igual que en el ejemplo anterior, en la figura 5 mostramos los acordes que nos harán falta para ejecutar la progresión mostrada más abajo, en la figura 6.

Fig. 5

De nuevo una progresión de blues menor con un turnaround en el último compás muy similar al de la figura 2. El Bb7 del noveno compás nos guía hacia la dominante por cromatismo consiguiendo un cierto efecto dramático típico del blues menor.

Fig. 6


Progresión 3


En este ejemplo vamos a utilizar, casi exclusivamente, acordes de dos notas con la tónica en la cuarta cuerda. En la figura 7 tienes todos los necesarios.

Fig. 7

Es una progresión muy simple, a pesar de que pueda parecer compleja sobre el papel (figura 8), que utiliza todos los acordes de la tonalidad de E, más algún intercambio modal para darle color, como el G# o el D#m, que no están en la escala de E, pero nos hacen un buen papel.

Fig. 8

En la segunda parte de este artículo veremos más progresiones para sacarle todo el jugo a los acordes en distintas posiciones.

martes, 29 de enero de 2019

Acordes de 3 notas (2ª parte) + Mi entrevista con el profesor Bajo Máximos

Ya tenéis en el canal de YouTube el vídeo correspondiente a la tercera parte de esta serie sobre acordes en el bajo, que no pretende ser más que un manual de acordes básicos para que te vayas manejando por el mástil.



La segunda parte del vídeo contiene la sorpresa prometida. En rigurosa exclusiva, imágenes de mi encuentro con el profesor Bajo Máximos, cuya información me vino de perlas a la hora de escribir estos artículos. En próximas entregas veremos más progresiones de acordes para ir combinando las distintas posiciones y conseguir un sonido rico y poco  usual. ¡Nos vemos!

sábado, 26 de enero de 2019

Acordes en el bajo (los que faltaban)



En el canal YouTube de Bajo Máximos dispones de un vídeo explicativo de este artículo. Clic aquí

En este artículo vamos a complementar la serie titulada "Acordes en el bajo". Incluiremos algunos acordes que se nos quedaron en el tintero y nos permitirán dar un toque de color a nuestras progresiones. Empecemos.

Acorde menor con sexta menor (mb6)



En la figura 1 podemos ver el acorde menor con sexta menor en dos posiciones: cuando la tónica (T) se encuentra en la tercera cuerda (izquierda) y cuando lo hace en la segunda (derecha). El acorde de la izquierda es un Cmb6 construido sobre el C del traste número XV, con su quinta, que es G, y su sexta menor, que es Ab. Un acorde con una sonoridad muy peculiar que yo no calificaría como alegre. El de la derecha es el mismo acorde, pero con la sexta menor de la octava inferior. Nótese que la sonoridad cambia por completo.

Fig. 1

Acordes de novena con quinta


En la figura 2 podemos ver los acordes de novena y novena disminuida que ya vimos en formato de dos notas. Ahora añadimos la quinta para dotarlos de mayor riqueza. El acorde de la izquierda es un C9 construido sobre el C del traste número XV, con su quinta, que es G, y su novena, que es D. El de la derecha es un Cb9, con su quinta y su novena disminuida, que es Db.

Fig. 2

Acorde semi-disminuido (m7b5)


En la figura 3 vemos el acorde semi-disminuido en dos posiciones: cuando la tónica (T) se encuentra en la tercera cuerda (izquierda) y cuando lo hace sobre la segunda cuerda (derecha). El acorde de la izquierda es un Bm7b5 construido sobre el B del traste número XIV, con su quinta disminuida, que es F, y su séptima, que es A. Esta última nota es las que define el acorde y lo distingue del disminuido y del disminuido séptima. El acorde de la derecha es una buena opción cuando la tónica se encuentra en la segunda cuerda, pero no es tan preciso, ya que al carecer de séptima podría tratarse de alguno de sus parientes de la familia de los disminuidos.

Fig. 3

Acordes sus4 y sus2


En la figura 4 vemos los acordes sus4 (izquierda) y sus2 (derecha). El acorde sus4, como vimos en otro artículo, se compone de tónica, cuarta y quinta, mientras que el acorde sus2 se compone de tónica, segunda y quinta. Ambos tienen en común que omiten la tercera del acorde, ambigüedad que les permite funcionar como acordes mayores o menores. Se ofrecen dos posibilidades de digitación: haciendo cejilla con el dedo 1 (izquierda) o usando el resto de los dedos (derecha).

Fig. 4
El acorde de la izquierda es un Csus4, con su quinta, que es G, y su cuarta, que es F. El de la derecha es un Fsus2, con su quinta, que es C, y su segunda, que es G.

Acordes mayor y menor con tónica en la cuarta cuerda


Este tipo de acordes son muy efectivos. Poseen una sonoridad muy rica, fruto de la gran distancia que hay entre sus dos notas. Tienen su tónica en el registro grave, lo que significa que sobre cualquier nota del bajo situada en la cuarta cuerda podemos construir, de la manera más simple, un acorde mayor o menor. En la figura 5 podemos ver ambos. El de la derecha es un A construido sobre el A del traste número V más su tercera, que es C#. El acorde de la derecha es un Am, con su tercera menor que es C.

Fig. 5

Acordes de séptima y menor séptima con tónica en la cuarta cuerda


Podemos enriquecer las dos posiciones que acabamos de ver añadiéndoles la séptima, como puede verse en la figura 6. El acorde de la izquierda es un A7, con su tercera (C#) y su séptima, que es G. El de la derecha es un Am7, con su tercera menor (C) y su séptima (G).
Fig. 6
Con esta pequeña guía de acordes dispones de vocabulario suficiente para empezar a tocar canciones y explorar en busca de nuevos acordes. Lo importante es tener claro cómo se construyen, cosa que veremos en otro artículo.


sábado, 19 de enero de 2019

Acordes en el bajo I

Nueva serie de vídeos sobre cómo ejecutar acordes con el bajo. En ellos se puede visualizar todo cuanto fue explicado en otros artículos de este blog, concretamente los denominados "Acordes en el bajo". Los artículos han sido actualizados para ofrecer una explicación más clara de la técnica. Ahora podéis ver cómo colocar los dedos e interpretar los gráficos correctamente. También podéis escuchar la sonoridad de los distintos acordes, algo fundamental para poder utilizarlos.


En esta primera parte nos centramos en los acordes de dos notas. En breve subiremos otros vídeos que ilustran cómo ejecutar acordes de tres notas y cómo podéis aplicarlos a vuestras composiciones musicales o arreglos de otras canciones. Los acordes no forman parte del trabajo típico de un bajista, pero si se utilizan bien en el momento adecuado pueden añadir una nota de color muy interesante. ¡Buen provecho!

sábado, 12 de enero de 2019

Aquellas webs de puro HTML


Un músico es como un viajero. Hay ciudades que conoce a la perfección, pero desea conocer otras. Tiene su técnica favorita, la que domina, y sus conocimientos de armonía más o menos extensos, pero desea explorar otros territorios, convencido de que encontrará tesoros que llevarse a casa y de que el viaje le resultará enriquecedor.

Existen diversas técnicas de ejecución en el bajo eléctrico: dedos, púa, slap, tapping… Incluso dentro de ellas hay sub-técnicas, diferentes formas de usar los dedos o de percutir las cuerdas en el slap. Dejando de lado que siempre han existido genios, la realidad es que un bajista suele destacar en una técnica más que en las otras. Incluso puede que prescinda de todas menos una, siguiendo aquel refrán que dice que “el que mucho abarca, poco aprieta”. Así, un experto en slap puede que no sea muy hábil con los dedos y ni siquiera se plantee utilizar la púa, mientras que alguien acostumbrado a los dedos es posible que ignore por completo el slap (Jaco Pastorius, sin ir más lejos).

Nadie te obliga a dominar todas las técnicas, aunque si deseas dedicarte al bajo de forma profesional es primordial que puedas defenderte en todas ellas, al menos de una forma decente, ya que es posible que el que te contrata desee en un momento determinado un poco de dedos, slap, tapping o acordes para dar variedad a la canción. Mejor todavía: aunque el jefe no te lo sugiera, puede verse gratamente sorprendido si, al esbozar una canción, entras ejecutando una técnica que se salga de la norma en comparación con el resto del repertorio.

Con esta finalidad desarrollé un pequeño apartado de “Técnica” en mi web original, Bajo Mínimos, a finales de 1998. No pretendía ser un dossier exhaustivo, pero sí mencionar las principales y explicar en qué consisten para que cada uno pudiera ampliar información por su cuenta, información que muchas veces he ampliado desde los artículos de este blog.



Tengo que decir que aquella página web, Bajo Mínimos, sigue activa a día de hoy. Cuando entras con Google Chrome te aparecerá la frase “No es seguro” en el cajetín de direcciones URL (wtf?), cosa que no comprendo, ni tampoco los administradores del servidor. Estoy en condiciones de garantizar la seguridad del acceso, ya que se trata de un servidor que corre bajo Linux y sus esforzados administradores se pasan día y noche monitoreándolo. No por mi contenido, desde luego, pero sí por otros que comparten el hosting. Así que nada, podéis entrar sin problema alguno.

Cuando empecé a programar aquella web no existía PHP ni todas esas maravillas de la tecnología que dan a las páginas de hoy ese aspecto tan admirable. La palabra SEO no se conocía. Construíamos a base de prueba y error, experimentando libremente. Cualquier experto en SEO de nuestros días te dirá que mi página es un auténtico desastre en cuanto a diseño. Te dirá que no es SEO-friendly, y no seré yo quien lo discuta, puesto que tiene toda la razón. Pero tengo algo para ese experto en SEO.

Es posible que páginas con un SEO pobre queden apartadas del tráfico del ciberespacio, relegadas al olvido y solamente rescatadas de cuando en cuando por algún simpático bloguero que las da a conocer posteando un link. Sin embargo, tengo que decir que la mejor información que jamás encontré en Internet provenía de páginas de este tipo, en un noventa y cinco por ciento. Auténticas perlas en su contenido. Esos consejos dorados que no te dice nadie, porque el que los sabe se los calla como una harpía para tener ventaja sobre la siempre creciente manada de competidores.

Por desgracia, la mayoría de estas webs han desaparecido. Desde aquí quiero emitir un sincero homenaje a gente como Libby Bee (The Libster) o Marc Sabatella por ser mis faros, mis guías, en aquel lejano cambio de milenio. Los sigo admirando profundamente.
Ah, el eterno debate entre forma y fondo, la visibilidad y el contenido. Entiendo que es mucho más agradable leer una página donde sus contenidos son presentados de forma impecable, páginas cuya producción cuesta, a veces, un dinero que algunos no nos podemos permitir. Pero ¿es acaso un sitio web sobre bajo eléctrico un fin en sí mismo, un objeto para ser contemplado? ¿Va a entrar en éxtasis alguien por el mejor hecho de aterrizar en una web con un diseño que quita la cabeza?

Te pongo un ejemplo. Si tuvieras que elegir entre una web con un diseño de rompe y rasga, cool hasta la muerte, pero con un contenido regular, y otra de diseño simplón y colores chillones, pero con una información realmente útil para mejorar tu forma de tocar, ¿cuál visitarías primero?


miércoles, 9 de enero de 2019

Cómo ejecutar hammer-on y pull-off


Comenzamos una serie de vídeos, que podéis consultar en mi canal de YouTube, sobre técnica y otros aspectos de nuestro instrumento favorito. En este primer vídeo se explica, de forma simple, cómo conseguir una mayor velocidad en los fraseos, gracias a la aplicación de las técnicas de hammer-on y pull-off.


Disponéis de información por escrito en este artículo de Bajo Mínimos. Recordad que la velocidad no es un fin en sí mismo y que toda técnica puede resultar útil para mejorar nuestra forma de tocar. Que lo disfrutéis.