La respuesta es no. No es más difícil que cualquier otro oficio. Recordemos otro artículo de este blog titulado Aprender a tocar el bajo, ¿es difícil?. Este artículo se mira en él. Y ambos reflejan lo mismo.
Aclaremos algunas cosas. Ser bajista profesional no es lo mismo que ser un genio. De hecho, la mayoría de los genios no se desempeñaron bien como profesionales. Un genio no se amolda con facilidad, y depende mucho de su estado de ánimo. Un genio no acata bien las órdenes, ni se puede razonar con él o ella en términos de conveniencia. Un genio se impone por goleada, y eso no hay jefe que lo aguante.
Tampoco tiene mucho que ver con ser bajista de estudio. Para esto último hay que estar muy curtido en grabaciones, saber leer música a primera vista, tener un oído musical prodigioso, abarcar todo un rosario de estilos sin titubear y caerle bien al productor. Pero se puede ser un excelente profesional sin alcanzar semejantes cotas de virtuosismo.
Si hablamos de ser profesional nos referimos a lo que se entiende por tal en cualquier profesión: alguien capaz de hacer el trabajo. Esto se hace duro en las profesiones artísticas por el simple hecho de estar expuesto al público. Lo que significa que el bajista, aunque esa noche llueva, se encuentre sin inspiración, su novia lo acabe de abandonar, haya muerto un familiar cercano o descubra que el bajo no es su instrumento, subirá al escenario y realizará su trabajo sin que nadie lo note. Un profesional es alguien confiable.
Alguien que hace el trabajo es alguien que hace los deberes. Se prepara las canciones antes del ensayo conjunto. Investiga para solventar dudas o para asegurarse de estar haciendo lo correcto. Se informa sobre diversos estilos. Sabe improvisar. No tiene que ser la gran cosa, pero sí hacer el trabajo.
Tampoco tiene mucho que ver con ser bajista de estudio. Para esto último hay que estar muy curtido en grabaciones, saber leer música a primera vista, tener un oído musical prodigioso, abarcar todo un rosario de estilos sin titubear y caerle bien al productor. Pero se puede ser un excelente profesional sin alcanzar semejantes cotas de virtuosismo.
Si hablamos de ser profesional nos referimos a lo que se entiende por tal en cualquier profesión: alguien capaz de hacer el trabajo. Esto se hace duro en las profesiones artísticas por el simple hecho de estar expuesto al público. Lo que significa que el bajista, aunque esa noche llueva, se encuentre sin inspiración, su novia lo acabe de abandonar, haya muerto un familiar cercano o descubra que el bajo no es su instrumento, subirá al escenario y realizará su trabajo sin que nadie lo note. Un profesional es alguien confiable.
Alguien que hace el trabajo es alguien que hace los deberes. Se prepara las canciones antes del ensayo conjunto. Investiga para solventar dudas o para asegurarse de estar haciendo lo correcto. Se informa sobre diversos estilos. Sabe improvisar. No tiene que ser la gran cosa, pero sí hacer el trabajo.
También es alguien puntual. Si no llega a tiempo a los ensayos, ¿cómo va a entrar "a tiempo" cuando esté tocando?
Es alguien con oficio. Esto implica saber ciertos trucos de la profesión, sobre el escenario, sobre el equipo, etc. Se suelen aprender a base de mucho pisar escenarios. Pero también se pueden aprender de otros músicos que han pisado más escenarios que nosotros, ya sea leyendo su autobiografía o charlando con ellos.
Algunos creen que vivir de la música es una ganga. De eso nada. La única ganga es vivir de lo que te gusta, que ya es bastante. Por lo demás, hay que esforzarse. Si te pagan por hacer lo que te sale de las narices, eso no es un trabajo. Eso es que has vuelto a casa de tu mamá a que te consienta. La cuestión aquí no es si te gusta o no. La cuestión es, ¿prefieres vivir de tocar el bajo o prefieres trabajar en una oficina? Esa es la cuestión, como puso Shakespeare en boca de Hamlet.
Excelente... Muchas veces los músicos al inicio somos demasiado indisciplinados, y luego de un tiempo nos quejamos porque no alcanzamos un buen nivel. Lo que uno quiere algo le ha de costar, no?
ResponderEliminarPues sí. Así como la disciplina resulta incómoda, la auto-disciplina me parece fundamental para lograr objetivos, del tipo que sea.
EliminarGracias por tu comentario.
Muy claro lo que planteas, muchos dan consejos de cómo tocar de tal o cual manera y no se detienen a lo indispensable que es tener en cuenta que es un oficio y profesion que requiere toda la inversión de tiempo para aplicarse, buen punto de vista
ResponderEliminarSaludos cordiales
Me alegro de que te guste y agradezco tu comentario. Simplemente se trata de tener claro el nivel al que uno quiere tomarse la música. Un abrazo.
Eliminartodo muy claro pero no me vengan con gilipolleces vamos ala practica alguna lista de metodos para bajo???
ResponderEliminar¡Hombre! Por fin un visitante ofensivo, desagradable, irrespetuoso y agresivo. Casi 20 años publicando contenido y al fin he tenido la suerte de que uno de ellos estampe su firma en mi blog. Me siento afortunado. Si leyeras el resto de artículos del blog te darías cuenta de que algunos de ellos contienen buenos consejos sobre métodos de bajo; de que el blog en sí es un método de bajo; incluso de que hay artículos con un porcentaje más alto de eso que tú llamas “gilipolleces”. Pero ya veo que no te tomas el tiempo de indagar y prefieres que te lo den todo hecho y masticado, como si se pudiera aprender a tocar el bajo —o aprender cualquier cosa— a través de una transfusión intravenosa. Gracias por tu tomatazo en la fachada de mi blog. Quién sabe, igual consigues que aumenten las visitas. Es una lástima que no aproveches tu energía aportando algo de valor. Saludos, amigo!
EliminarBuen articulo y muy ameno. Hace tiempo cambie la guitarra por el bajo y disfruto mas de este noble instrumento. Un saludo
ResponderEliminarBuenas, Jujo. Gracias por tu comentario y espero que sigas disfrutando con tu bajo. Saludos!!
ResponderEliminar