Si has leído la primera parte de este artículo y quieres saber cómo ajustar tu ritmo para conseguir efectos interesantes, aquí encontrarás todo lo necesario.
Cómo conseguirlo
Como dijimos en la primera parte de este
artículo, desplazar mínimamente nuestra pulsación con respecto al tempo no hará
que perdamos el ritmo. Nuestras notas sonarán desplazadas con respecto al
tempo, pero equidistantes entre sí.El
terreno entre la última semicorchea de un tiempo y la primera del tiempo
siguiente es nuestro hueco para producir el pequeño desajuste. Para practicar,
colocaremos el metrónomo a un tempo lento, para controlarlo mejor, digamos a 60
bpm. Practicaremos con una figura muy sencilla, que no nos haga pensar para
ejecutarla. Así nos podremos concentrar en el ritmo. La siguiente figura, un
arpegio de A, podría servir:
Fig. 1
Ya tenemos todos los ingredientes. El
siguiente vídeo muestra de qué forma podemos producir ligeros desajustes en
nuestro tempo para dar una intención distinta a nuestras líneas de bajo.
Como siempre, se trata de practicar hasta tenerlo dominado. Una vez dominemos lo básico, podemos seguir experimentando nuestros desajustes con velocidades distintas (más rápidas) o compases distintos (en 12/8, por ejemplo, conseguiremos un efecto muy interesante en cualquier blues).
Como bien sabe todo bajista, y desde estas páginas hemos repetido hasta la saciedad, llevar un buen tempo es fundamental. Cuanto mejor nos sincronicemos con el ritmo que está sonando, con su pulsación, mejor serviremos a la música que interpretamos. La música se compone de ritmo y armonía, pero si no respetamos el ritmo, de nada servirá que toquemos las notas correctas. Por eso, una de las primeras tareas de todo bajista es adquirir un buen tempo, entendiendo por tal la capacidad de sincronizarse a la perfección con cualquier ritmo.
Sin ritmo no hay diversión
Empecemos por aclarar una cosa: el ritmo no es lo que toca el batería. El batería se sincroniza con el ritmo. Entonces, ¿de dónde sale el ritmo? Muy fácil. El ritmo se crea al establecer una secuencia de sonidos. Puede crearlo cualquier miembro de la banda. Puede hacerlo el batería, dando los típicos golpes con las baquetas para marcar el comienzo, o puede darlo cualquier instrumentista ejecutando una frase, frase que llevará un ritmo incorporado. Una vez sucede esto, se ha creado un ritmo, con una velocidad dada, al que todos deberán ajustarse para ejecutar la pieza, aunque con ciertas libertades, como veremos más adelante. Todo ritmo consta de una serie de golpes sonoros equidistantes entre sí. Por lo tanto, si tomamos el número de golpes rítmicos que caben en un minuto obtenemos la velocidad del ritmo, que se expresa en golpes por minuto (en inglés, beats per minute, abreviado "bpm").
Adquirir un buen tempo es tarea de todo músico, sea cual sea su instrumento. En bajistas o baterías, las tarea pasa de ser importante a crucial, puesto que conforman la base rítmica de la banda, y si esta no funciona, nada de lo que se toque sobre esa base sonará decente. Así que nos ponemos a practicar con el metrónomo, y después de mucho empeño nos convertimos en bajistas buenos y confiables. Dormimos mejor, disfrutamos más de la vida y nos sentimos, por momentos, un poco más cerca de los grandes genios de la música.
Desajustando lo que tanto nos costó ajustar
Sin embargo, todavía queda algo que podemos practicar con respecto al tempo, algo divertido que aporta un poco de magia a nuestro ritmo y a nuestro sonido. Un concepto avanzado que elevará el nivel de nuestra forma de tocar. Consiste en tocar un poco por detrás o un poco por delante del rimo. Seguimos sincronizados con el ritmo, pero le imprimimos un pequeño desajuste, casi imperceptible. Como es fácil de adivinar, si tocamos un poco por delante del ritmo, añadiremos ímpetu a nuestra música, movimiento, urgencia. Sería muy apropiado en tempos rápidos de swing, por ejemplo. Por el contrario, si tocamos apenas por detrás del ritmo aportaremos esa pereza, esa calma tan cool que, en algunos estilos, puede ser el toque definitivo que necesitaba la mezcla. En reggae, dub o hip hop se utiliza mucho.
Saboreando el nuevo sonido
Después de tanto tiempo entrenándote para tocar a tempo, para hacer coincidir todas tus notas con los golpes rítmicos, es natural que tocar ligeramente fuera del tempo te provoque conflicto. No te preocupes, desaparecerá con un poco de práctica. De la misma forma que aprendiste a tocar justo sobre el tempo, controlarás cuándo tocar por delante o por detrás de él. Antes de entrar a describir la técnica, te invito a presenciar el siguiente vídeo, a cargo de ese gran bajista jamaicano que es Devon "Pattihead" Bradshaw. Aunque la explicación se enmarca en un claro contexto reggae, una vez domines la técnica podrás aplicarla a cualquier estilo. Si no entiendes el inglés puedes hacer lo siguiente:
Hacer clic sobre este enlace y descargarte el archivo con los subtítulos.
Usar como navegador Google Chrome, gratuito, e incorporarle la aplicación "Subtitles for YouTube", también gratuita.
Por último, arrastra el fichero de subtítulos a la parte inferior de la pantalla de YouTube. Listo.
¿Qué tal? Interesante, ¿no? Más que eso, sin duda. En la segunda parte de este artículo explicaremos cómo conseguir eso que Mr. Bradshaw ejecuta tan bien. ¡No te lo pierdas!