lunes, 14 de octubre de 2013

La mayor escala (II)

Ya sé que las parrafadas precedentes (parte I) no convierten en cool la escala mayor, aunque le dan el empaque que le faltaba. Digámoslo de forma más poética, con una metáfora: la escala mayor es nuestro material de trabajo. Dale unos tablones a un carpintero y hará un estupendo mueble; dale un leño a un artesano y sacará una magnífica figura tallada. La escala mayor es nuestro leño. No es cool, pero ese es el reto: sacar algo cool de algo que no lo es. ¿Cómo? Pues como hace el artesano. Trabajando mucho el material. Tallando muchos leños.

Un ejercicio muy sencillo, a  la vez que inspirador, consiste en tocar la escala mayor ad libitum. Es decir, a tu aire. Tal vez dispongas de Band-in-a-Box, o cualquier otra forma de hacer que suene un acorde de C. Tan solo eso: un acorde de C repetido hasta el infinito. Sobre ese acorde, ejecuta la escala mayor, llevando el tiempo, pero probando combinaciones rítmicas. Haz que unas notas duren más que otras, intercala silencios, pausas, etc. En resumen: construye frases. La escala mayor suena como un niño de cinco años cantando una melodía obvia y facilona; las frases que construiremos, no. Por el momento, y para este ejercicio, usaremos la configuración típica de la escala mayor de C, mostrada en la figura 1. Digitación: cuarta cuerda: 2 - 4; tercera cuerda: 1 - 2 - 4; segunda cuerda: 1 - 3 - 4; primera cuerda: 1 - 3 - 4.

Fig. 1

Este ejercicio, que está al alcance de cualquier bajista principiante o avanzado, desarrolla el oído, el sentido rítmico, la capacidad de improvisación y la musicalidad de una sola tacada. No se trata de tocar la escala a velocidad de vértigo, a ver si acelerándola termina sonando cool. Se trata de tocar pocas notas cada vez, pero dándoles sentido. Al mismo tiempo nos fijaremos en el efecto que produce cada nota sobre el acorde de fondo. Veremos el efecto que producen las notas del acorde (C, E, G) y las que pertenecen a la escala pero no al acorde (D, F, A, B).

Si realizas bien el ejercicio verás que engancha. Uno siempre se queda con ganas de sacar una mejor frase, un mejor solo. Esa propiedad de enganche hará que no tengamos que obligarnos tanto a la hora de practicar, porque estaremos disfrutando. Aunque es cuestión de tiempo que llegues a hacerte la siguiente pregunta: "¿No podría expandir la escala?". En efecto, de poco sirve aprender cada escala en una parcela del mástil.  Veamos de qué forma podemos expandir cada escala a lo largo de todo el mástil.



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