No todas nuestras notas han de tener la misma fuerza o intención. Es una de las posibilidades que tenemos, pero no la única. Es lo que diferencia un bajo de una ametralladora: podemos matizar y variar la acentuación. Aquí no nos vamos a referir a los matices (piano, forte y mezzoforte, básicamente), sino a los acentos.
Disponemos de cuatro posibilidades:
1) Tocar una nota a tiempo
Esto significa que haremos sonar una nota coincidiendo con un tiempo dado del compás. Esta es la mayor acentuación de que disponemos. Tiempo 1 del compás, figura 1.
2) No tocar
Aquí efectuamos un silencio sobre un tiempo dado del compás. Nótese que digo "efectuamos", en lugar de "dejar de tocar". Los silencios se intercalan de forma consciente y son parte de la música. Esta es la menor acentuación de que disponemos. Tiempo 4 del compás, figura 1.
3) Prolongar una nota
Esto significa que, en un tiempo dado del compás, no tocamos, pero sigue sonando una nota que hemos tocado previamente. No es tocar ni efectuar un silencio. Esta es una forma de acentuación intermedia. Tiempo 3 del compás, figura 1.
4) Tocar una nota falsa (muted note)
Podemos efectuar notas falsas en lugar de notas comunes, logrando una acentuación intermedia que complemente las notas de nuestro groove. Tiempo 2 del compás, figura 1.
Fig. 1 |
De los silencios ya hemos hablado, aunque merecen libro aparte. Cuando efectúas un silencio, la nota que suena inmediatamente después es mucho más esperada que si no hubiera silencio. ¿Cuánto más esperada? Cuanto mayor sea la duración del silencio. Los silencios no sólo ayudan a respirar al groove, sino que crean interés.
Haciendo sonar notas sobre los golpes del bombo —y no tienen por qué ser todos— elegimos las notas de nuestro groove que queremos acentuar. También podemos decidir que suenen determinados golpes de bombo: efectuamos un silencio sobre ellos.
Pero, ¿por qué todo funciona? Si le regalamos nuestro bajo a un mono, ¿lo convertimos en bajista? Pues no. Nada funcionará si no llevamos bien el ritmo, si tocamos notas que no son del acorde correspondiente, o relacionadas con él, o notas de paso para llegar a estas. El secreto para crear un groove original, que encaje perfectamente en la canción, consiste en relajarse y fluir con la música, inter-actuar con el resto de instrumentos, disfrutar. También es una cuestión de estilo. No de ser un bajista "con estilo", sino de conocer muy bien el estilo de música que estamos interpretando, como dijimos al hablar sobre líneas de bajo: estudiando muy bien todas las líneas de bajo posibles de dicho estilo y fijándonos en los diversos aspectos que las hacen funcionar. Por cierto, la línea de bajo de la figura 2, con mínimas adaptaciones métricas, funciona en cualquier estilo.
Hola que tal. Me encanta tu página. Muchas gracias por la info.
ResponderEliminarOscar.
Muchas gracias, Óscar. Me alegro de que te guste. Saludos!
EliminarAporta mucha claridad tu informe. Gracias por compartir. Patricio
ResponderEliminarMuchas gracias, Patricio. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarGrandes enseñanzas, muchas gracias ;)))
ResponderEliminarGracias a ti por la visita y por emplear un poco de tu tiempo en dejar un comentario. Se agradece mucho. Un abrazo.
EliminarJosé se agradece enormemente la claridad de conceptos (y la generosidad para compartirlos!!). Hay algo de tú música para escuchar en la web? Saludos cordiales dde Pilar, Bs.As.
ResponderEliminarMe gustaría enseñarte alguna colaboración reciente, pero no puedo hacerlo por no perjudicar a los autores de las canciones. En breve,sin duda!
EliminarMe alegra que te parezcan claras las explicaciones. A veces, revisando artículos antiguos, me pregunto si se entenderán bien los conceptos y siempre me queda la duda. Saludos, Daniel, desde el otro lado del Atlántico. Un abrazo.
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