En otro
artículo dividimos los acordes en cuatro grupos, para simplificar su lectura: mayores, menores, aumentados y disminuidos, además de
los de tipo sus o alt. Aquí, por su tipo de color, función tonal y el movimiento armónico que implican, podemos agruparlos en tres familias: mayores, menores y de
dominante.
Acordes mayores
Tradicionalmente considerados como estáticos, así como de color alegre, optimista. Como ejemplo de acordes mayores en la tonalidad de D podemos citar: Dmaj7, D6, Dmaj9, Dmaj13, D6/9, Cmaj7#11, etc.
Acordes menores
Considerados estáticos y de color triste, melancólico, misterioso. Como ejemplo de acordes menores en la tonalidad de G podemos citar: Gm7, Gm6, Gm9, Gm11, Gm13, Gm7b5, Gmmaj7, Gm6/9, etc.
Acordes de dominante
Considerados dinámicos. Crean una tensión que está esperando resolverse sobre un acorde estático. Como ejemplo de acordes de dominante en la tonalidad de A podemos citar: A7, A9, A11, A13, A7b5, A7#5, A7b9, A7#9, A7#5#9, A7b5b9, Adim7, A+7, A7sus, etc.
Esta agrupación nos ayudará a entender el concepto tensión/distensión, que ya vimos en Bajo Mínimos, sección Teoría, parte IX. En efecto, un acorde mayor o menor servirá para crear estabilidad, y un acorde de dominante nos servirá para alterar esa estabilidad en caso de necesitar movimiento. Análogamente, un acorde mayor o menor servirá para resolver ese movimiento o tensión.
Echemos un vistazo a la siguiente progresión de acordes (fig. 1), donde los cuatro primeros compases se repiten. Vemos cómo se van alternando, a cada compás, acordes estáticos y dinámicos. Empezamos de manera estable, compás 1; en el segundo compás se crea una tensión que se resuelve en el tercer compás; por último, en el cuarto compás se vuelve a crear tensión que se resuelve en el primero. Y vuelta a empezar. Esto hace que la progresión tenga movimiento y sea muy dinámica, al alternar tensión y distensión a cada compás.
No siempre se desea tanto movimiento. En el siguiente ejemplo (fig. 2) vemos una progresión típica de blues, que podemos repetir hasta que nos cansemos, en la que usamos el símbolo % para indicar que el acorde no cambia. Los tres primeros compases son de estabilidad. Como vamos a cambiar a F6 en el compás 5, es bueno crear tensión en el 4 para luego resolverla. Lo mismo ocurre en la última fila. En los compases 9 y 10 creamos tensión para resolverla sobre la tónica (compás 11), y nuevamente tensión en el último compás antes de regresar al C6 y empezar otra vez.
Acordes mayores
Tradicionalmente considerados como estáticos, así como de color alegre, optimista. Como ejemplo de acordes mayores en la tonalidad de D podemos citar: Dmaj7, D6, Dmaj9, Dmaj13, D6/9, Cmaj7#11, etc.
Considerados estáticos y de color triste, melancólico, misterioso. Como ejemplo de acordes menores en la tonalidad de G podemos citar: Gm7, Gm6, Gm9, Gm11, Gm13, Gm7b5, Gmmaj7, Gm6/9, etc.
Considerados dinámicos. Crean una tensión que está esperando resolverse sobre un acorde estático. Como ejemplo de acordes de dominante en la tonalidad de A podemos citar: A7, A9, A11, A13, A7b5, A7#5, A7b9, A7#9, A7#5#9, A7b5b9, Adim7, A+7, A7sus, etc.
Echemos un vistazo a la siguiente progresión de acordes (fig. 1), donde los cuatro primeros compases se repiten. Vemos cómo se van alternando, a cada compás, acordes estáticos y dinámicos. Empezamos de manera estable, compás 1; en el segundo compás se crea una tensión que se resuelve en el tercer compás; por último, en el cuarto compás se vuelve a crear tensión que se resuelve en el primero. Y vuelta a empezar. Esto hace que la progresión tenga movimiento y sea muy dinámica, al alternar tensión y distensión a cada compás.
Fig. 1 |
No siempre se desea tanto movimiento. En el siguiente ejemplo (fig. 2) vemos una progresión típica de blues, que podemos repetir hasta que nos cansemos, en la que usamos el símbolo % para indicar que el acorde no cambia. Los tres primeros compases son de estabilidad. Como vamos a cambiar a F6 en el compás 5, es bueno crear tensión en el 4 para luego resolverla. Lo mismo ocurre en la última fila. En los compases 9 y 10 creamos tensión para resolverla sobre la tónica (compás 11), y nuevamente tensión en el último compás antes de regresar al C6 y empezar otra vez.
Fig. 2 |