Otra forma
de ensordecer las notas es una técnica empleada por Fancis "Rocco"
Prestia, eminente bajista de funk en los '70, en la banda Tower Of Power.
Prestia ensordece las notas, no con la mano que las percute, sino con la mano que digita. ¿Cómo? Pues
muy sencillo. Coloca tu dedo índice (dedo 1) sobre el mástil del bajo, en cualquier
traste, en cualquier cuerda. ¿Qué ves? El dedo índice presionando una
cuerda y tres dedos en el aire. Ahí tenemos la sordina. Esos tres dedos ociosos deben bajar hasta apoyarse en la cuerda para ensordecer el sonido. Por lo menos, el dedo 2 (medio). Al igual que
en el palm-muting,
controlaremos la presión para que no apague el sonido totalmente.
También podemos recurrir al palm-muting tradicional, al estilo guitarrista metálico. Sólo tenemos que colocar nuestra mano que percute en la posición mostrada en la figura 1 de la primera parte de este artículo. Después, colocamos el dedo índice y el pulgar en cruz, con el dedo pulgar encima, y ya estamos listos para percutir con la uña del índice, o con una púa (fig. 1).
Fig. 1 |
Una variante de esta última técnica consiste en percutir con la parte inversa del dedo, es decir, con la yema. Una combinación de palm-muting y el pop usado en slap (fig. 2).
Fig. 2 |
Asimismo, podemos usar el pulgar, como en la técnica de sonido contrabajo que explicamos en la primera parte de este artículo. Pero, en lugar de percutir la cuerda de modo normal, podemos ejecutar el movimiento de slap, es decir, usando el pulgar a modo de mazo de piano.
Otra técnica consiste en ensordecer las cuerdas, junto al puente, pero no con la palma de la mano, sino con los dedos. Usaremos los cuatro dedos de la mano que percute y dejaremos libre el pulgar par percutir, como se muestra en la figura 3.
Fig. 3 |
Como complemento de la técnica anterior podemos ensordecer la cuerda que toquemos con el dedo índice y percutir con el pulgar, como se muestra en la figura 4. Estas dos técnicas se complementan: la primera permite poca velocidad, aunque es buena para cambios de cuerdas rápidos; la otra permite velocidad, aunque no es muy indicada para cambios de cuerda rápidos.
Fig. 4 |
Ni qué decir tiene que estas técnicas de atenuar el sonido, como el sonido contrabajo, pueden ser muy útiles a la hora de ejecutar una línea de walking bass. De hecho, ese sonido algo más grave y gomoso puede ser el ingrediente que transforme tus líneas de walking bass de buenas en geniales. Si, además, dispones de un bajo sin trastes, el efecto contrabajo se verá potenciado. Aunque, como hemos dicho, podemos adaptar nuestra técnica al funk o a cualquier otro estilo que se nos ocurra.
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