En el canal YouTube de Bajo Máximos dispones de un vídeo explicativo de este artículo. Clic aquí
Continuamos explorando distintas combinaciones de acordes, siempre con el objetivo de sacar el máximo partido a este recurso. Así que ya sabes: enchufa tu bajo y prepárate para descubrir nuevos territorios sonoros.
En esta segunda parte veremos, además, cómo sacar partido a posiciones fijas. Es decir, conseguir distintos acordes sin cambiar de posición, sólo desplazando uno o dos dedos (figuras 4, 6 y 7).
En el ejemplo de la figura 1 vemos una progresión muy sencilla que hace un buen uso de las cuartas y las quintas. Como sabemos, se trata del mismo intervalo, pero con una sonoridad distinta en cada caso, que hará que nos decantemos por uno u otro. La digitación la puedes encontrar tanto en artículos anteriores como en los vídeos del canal de YouTube de Bajo Máximos (ver enlace más arriba).
Fig.1 |
La figura 2 muestra los acordes que vamos a necesitar para la progresión que veremos a continuación. Son acordes que ya hemos visto, casi todos en su forma básica (mayores y menores) y algunos con extensiones para dar variedad y un toque de color.
Fig.2 |
La figura 3 nos muestra la mencionada progresión, una progresión en C que modula por unos instantes a Eb, consiguiendo un efecto altamente refrescante sobre el conjunto de la pieza.
Fig.3 |
En la figura 4 puedes ver los diagramas correspondientes a los acordes necesarios para ejecutar la siguiente progresión. En ellos verás la colocación de los dedos y las notas que integran cada acorde, pero debido a su complejidad te recomiendo que veas el vídeo explicativo cuyo enlace tienes al principio de este artículo. Código de colores: el verde muestra la primera posición y el resto sus variaciones, siguiendo este orden: azul, café y rojo. Las notas en color blanco son notas comunes y por lo tanto quedan fijas.
Fig.4 |
La figura 5 muestra la progresión que se construye con los acordes anteriores. Una progresión en D con descensos diatónicos (los dos últimos compases de cada fila) y un descenso cromático en la tercera fila muy similar a uno que ya vimos en otro artículo.
Fig.5 |
A continuación (figura 6) vemos una sencilla pero efectiva progresión, utilizada en un artículo previo, que hace un buen uso de la cuerda de A tocada al aire.
Fig.6 |
Los diagramas de la figura muestran los acordes que se usan en la siguiente progresión, todos ellos ya de sobra conocidos.
Fig.7 |
Y aquí tenemos la progresión (figura 8). Nuevamente, un descenso cromático en la primera fila de acordes y lo más parecido a un dominante secundario en el penúltimo compás.
Fig.8 |
El uso de acordes en su contexto real, es decir, formando progresiones debe servirnos para darnos cuenta de la importancia de las distintas notas y el sonido peculiar que producen en los cambios de acorde, algo que podemos aprovechar para incorporarlo a nuestras líneas de bajo.