martes, 4 de marzo de 2014

Anclaje y precisión (y IV)

Hemos mencionado golpes y arrastres que producen chasquidos o ruidos indeseados. Y, ¿qué ocurre si mi ecualización favorita es esa que potencia los agudos sin dejar de lado los graves, la típica ecualización en "V"?, ¿es que ya no puedo utilizarla, so pena de figurar en la Lista Mundial de Bajistas Imprecisos? Claro que se puede utilizar, pero, o bien aprendes a silenciar las cuerdas, o bien haces que los inconvenientes jueguen a tu favor. O ambas cosas.

Utilizar los chasquidos, convirtiéndolos en notas falsas, haciendo ritmo, sobre todo en slap, es una solución, y todo un arte. De hecho, muchos bajistas emplean ruidos producidos con la palma de la mano, de cualquier mano, para hacer ritmo mientras tocan. Ruidos y chasquidos a tiempo y contratiempo pueden formar una máquina rítmica fenomenal. Aprender slap es, en realidad, aprender a combinar notas que suenan y todo un conjunto de golpes rítmicos efectuados con ambas manos. Insisto en que podemos utilizar los ruidos más allá del slap.


Vamos ahora con aquella otra solución que prometimos para el anclaje móvil. También explicaremos de qué manera se relacionan anclaje y precisión.

Pulgar + antebrazo


Revisando lo dicho sobre anclajes, es obvio que todos tienen algo en común: la mano utiliza el dedo pulgar para sentarse sobre el punto de apoyo elegido. Ahora bien, si liberamos el pulgar nos puede ser útil para silenciar las cuerdas, colocándolo sobre ellas. Solo que necesitaremos otro asiento para la mano. ¡Tachán! El antebrazo.


Obviamente, no apoyaremos el antebrazo sobre los puntos de apoyo descritos en la parte II de este artículo. Lo apoyaremos sobre la parte superior del cuerpo del bajo (fig. 1).



Fig. 1















Después, colocaremos el pulgar. Lo posamos sobre las cuerdas, silenciándolas, y luego giramos ligeramente la mano, en el sentido de las agujas del reloj, como se muestra en la figura 2. Ya estamos listos para tocar.


Fig. 2

Nótese que, apoyando el antebrazo en lugar del pulgar solucionamos, de una tacada, ambos problemas: el del anclaje y el de silenciar las cuerdas. Y funciona con todas las técnicas de mano ejecutora. Tal vez no sea apropiado para todo momento, pero si necesitamos rapidez puede ser crucial para mantener nuestra precisión.

Recordemos que lo importante es sonar bienSi suena bien, no importa dónde coloques el pulgar o de qué manera silencies las cuerdas. Nadie va a preguntar. Y si lo hacen será para obtener inspiración.



lunes, 3 de marzo de 2014

Anclaje y precisión (III)

Precisión


Por precisión entendemos ese conjunto de habilidades manuales y dactilares que evitan que nuestra línea de bajo suene borrosa, o turbia, en contra de nuestra voluntad. Es una de las cosas que más trabajo da al que empieza a tocar, y podríamos decir que tocar el bajo consiste, en gran parte, en adquirir precisión.


Exceptuando a Motörhead y otras aves, sin las cuales nuestra adolescencia hubiera sido un aburrimiento completo, una línea de bajo turbia no puede subirse de volumen, porque enturbia toda la mezcla. No empasta bien con la batería. No marca bien los acordes. No sirve a su propósito. No, no y no.

       La imprecisión puede ocurrir por distintos motivos:

          Mano que digita
  • Al cambiar de cuerda hacemos sonar la cuerda anterior, al aire, y su sonido se mezcla con la nueva nota. Ocurre con frecuencia al ir de grave a agudo.
  • Al cambiar de  posición, sobre todo con ecualización aguda, el arrastre de nuestros dedos sobre las cuerdas produce un sonido que ensucia la ejecución.
          Mano ejecutora
  • Al percutir la cuerda hacemos sonar otra/s cuerda/s y se mezclan las notas. Sucede, sobre todo, con la técnica de púa.
  • Al cambiar de punto de apoyo golpeamos las cuerdas hacia el cuerpo del bajo, sobre la pastilla, produciendo un chasquido que ensucia la ejecución.

Silenciando las cuerdas

¿Cómo podemos evitar sonar turbio?

          Mano que digita
  • Relaja la presión que haces sobre la nota y esta deja de sonar. Aprender a controlar esto es muy útil.
  • Colocar un dedo, normalmente el índice, a modo de cejilla, abarcando todas las cuerdas, posado sobre ellas, evita que suenen. Aunque los dedos de la otra mano las percutan por error.
          Mano que ejecuta
  • Posar la mano sobre las cuerdas, sin golpearlas, anula el sonido. También puede hacerse con un solo dedo. Incluso con el antebrazo, desplazándolo hacia abajo.
  • En ocasiones puede ser útil introducir un dedo entre dos cuerdas, para anular su sonido por completo, mientras tocamos sobre otra u otras.
Para adquirir precisión es conveniente trabajar estas habilidades, y otras que se nos ocurran, combinando las de ambas manos. También es importante practicar para atinar en las cuerdas que queremos que suenen, lo que sólo otorga la práctica consciente. Nuestra velocidad máxima de ejecución se ha de medir en limpio. Es decir, a qué velocidad podemos tocar sin que suenen notas al azar.

domingo, 2 de marzo de 2014

Anclaje y precisión (II)

Lo ideal sería un anclaje basculante. Es decir, un único punto de apoyo que nos permitiera acceso total a la zona de percusión. No digo que sea imposible, pero yo no lo he encontrado. Antes de responder la pregunta sobre el anclaje veamos, como prometimos, los distintos puntos de apoyo (fig. 1):
  • Sobre la pastilla del bajo
Clásico y útil. Si nuestro bajo tiene dos pastillas, una de graves y una de agudos, podemos alternar el anclaje entre las dos pastillas.
  • Sobre un apoyador colocado ex profeso
No todos los bajos traen estos puntos de apoyo, aunque siempre podemos añadirlo nosotros... o un luthier.
  • Sobre el puente
Aquí no parece apropiado apoyar el pulgar, pero sí la palma de la mano para hacer palm-muting, por ejemplo. O para tocar con púa.
  • Sobre una cuerda
Similar al apoyo sobre la pastilla, pero con menor recorrido de los dedos. Sólo que no sirve para tocar la cuerda más grave. Cambiar el anclaje según la cuerda que toquemos resulta poco práctico.
  • Sobre el extremo del mástil que se une al cuerpo
Combina el apoyo sobre la pastilla y el de la cuerda.
  • Sobre el mástil
Adecuado para slapear sin hacer slap.


Fig. 1






















A modo de solución

Digamos que no hay un punto de apoyo mejor que otro, y que nuestro objetivo será el de siempre: estar lo más cómodos posible, evitar dolores o cansancio, tener el mejor acceso a las cuerdas, y poder digitar con la soltura y velocidad requeridas.

Además, como vimos en el artículo sobre la mano ejecutora, existe un sinfín de técnicas para percutir las cuerdas, por lo que un anclaje fijo no parece apropiado para todas. Por tanto:

  • Si tenemos claro que siempre vamos a utilizar la misma técnica de percusión, mismo sonido, etc, no tendremos problema en utilizar, hasta la muerte, un anclaje fijo. Fin del problema.
  • Si deseamos utilizar diversas técnicas, nuestra mejor opción es un anclaje móvil. Esto es, ir variando entre los puntos de apoyo vistos más arriba.
Desplazar la mano para cambiar de sonido debería ser automático. El tipo de canción, su estilo, o alguna parte de la misma pedirá un sonido u otro.

Existe otra solución para el anclaje móvil, en caso de que dar saltos entre pastilla y pastilla se convierta en un incordio que nos haga perder la concentración. La veremos en el apartado siguiente.



sábado, 1 de marzo de 2014

Anclaje y precisión (I)

Cuando de tocar se trata es importante sonar preciso. No hablo de sonar limpio, obligatoriamente, sino de que suenen las notas que queremos, por el orden que queremos y con el sonido que queremos. Tan importante es tocar las notas deseadas como evitar las indeseadas. De lo contrario, estamos haciendo un dueto con el azar, y algo me dice que tenemos más probabilidades de que salga una chapuza que algo genial. Por no mencionar que habría que pagarle una parte de nuestro caché al señor Azar.

Mano ejecutora


Echemos un vistazo a la mano que ejecuta. Como vimos al hablar de la mano que ejecuta son muchas las técnicas que podemos utilizar para percutir las cuerdas de nuestro bajo. Sin embargo, hay un aspecto ineludible desde que empezamos a aprender: ¿dónde apoyo la mano? Parece una tontería, pero elegir un punto de apoyo (o varios, o ninguno) condicionará nuestra forma de tocar. Lo usual es apoyar el dedo pulgar (anclaje) para que el resto de dedos puedan desplazarse con comodidad a través de las cuerdas. Existen diversos puntos de apoyo, como veremos luego, pero hay que tener en cuenta que el sonido varía según dónde hagamos sonar las cuerdas.


Sin mencionar la ecualización, o los efectos, o la propia técnica elegida, disponemos de una amplia gama de sonidos según la zona que elijamos para percutir las cuerdas. Podemos percutir donde queramos, siempre que sea entre el dedo que digita, en el traste correspondiente, y el puente, que marca el fin de la cuerda. Sin embargo, percutir sobre el mástil puede resultar complicado, a menos que se trate de slap, por lo que nuestra zona de percusión será la comprendida entre el final del mástil y el puente, como muestra la figura 1.



Fig. 1



















Esta zona, a su vez, la podemos dividir en tres sub-zonas:
  • Cerca del mástil
Sonido más grave, grueso, redondo. Menor control sobre la cuerda. Apropiado para acompañamiento o fraseo de pocas notas. Más rockero que técnico.
  • Cerca del puente
Sonido más agudo, fino, brillante. Mayor control sobre la cuerda. Apropiado para acompañamiento o fraseo de muchas notas, muted-notes, solos, etc. Más técnico que rockero.
  • En el centro
Fácil de imaginar, ¿no? Ni tan agudo, ni tan grave; bastante control sobre la cuerda. Apropiado para usos generales.

Una vez comprobado que existe una amplia zona donde percutir las cuerdas, el dilema del anclaje se acentúa: ¿anclaje fijo o móvil? 


domingo, 2 de febrero de 2014

La importancia del contexto

       Cada vez que escribo, o leo, una frase sobre cómo tocar el bajo me viene a la memoria un montón de situaciones en las que, lo dicho, no sería correcto, y otras en las que sí lo sería. Separar las unas de las otras es tarea de cada uno. Hay pocas cosas que funcionan siempre. ¿Es bueno ecualizar nuestro bajo sin pizca de agudos o medios?, ¿cuándo conviene hacer un relleno al final de frase?, ¿y un solo?, ¿es recomendable introducir notas percusivas? La respuesta a este tipo de preguntas será siempre condicional.

      Wow, ¡cuánta inseguridad me crea esto! En absoluto. Dejemos de buscar el manual de trucos infalibles, eso que siempre suena bien y nos hace quedar como grandes bajistas y músicos. Tocar música, como cualquier manifestación artística, implica explorar, y también arriesgarse. Cierto es que un buen entrenamiento amortigua las caídas, pero nunca se deja de aprender, de mejorar. Y nunca se sabe lo que sucederá encima de un escenario.


      Aprender a relajarse es parte del secreto. La otra parte es la de siempre: utilizar las orejas. Y no para salir volando, como Dumbo, sino para escuchar al resto de instrumentistas que tocan con nosotros, excepto si tocamos un solo solitario sin compañía alguna. Bastante obvio, ¿no? El oído nos dirá si es apropiado esto o es preferible aquello. Nos dará información sobre volumen, ecualización, armonía, ritmo, tempo, y algunas cosas más. Es imposible estar preparado para cualquier situación musical, a modo de boy scouts de la música (bass scouts?). Por lo tanto, una de nuestras mejores habilidades será la de adaptarnos al entorno. A cada entorno.















Algunas ideas:
  • Lo que es adecuado para un estilo musical puede no serlo para otro. El estilo debe prevalecer. Sobre todo, cuando nos pagan.
  • En un grupo experimental se puede uno permitir todo, mientras se ajuste al experimento; en un grupo purista, o de estilo, hay que respetar el estilo musical.
  • La cantidad de notas a tocar irá en función de nuestro sonido: cuanto más grave y más sustain, menos notas. Y viceversa.
  • Cuanto mayor sea el número de instrumentistas que tocan a la vez que nosotros, menos notas. Y viceversa.
  • Es importante reaccionar a lo que está sonando y llenar los huecos. Pero no todo hueco que veamos. Como un arquitecto: puedes construir, pero deja también zonas verdes y espacio para las calles.
  • Si la canción suena turbia, simplifica para limpiar (menos notas). Puede que no arregles la canción, pero ya no será tu culpa.
  • Es interesante concordar sonoramente con el resto de la banda. Hay baterías que suenan más pesado y otros más ligero. Y lo mismo con guitarristas y otros "-istas".
      Como siempre: prueben, comprueben y experimenten. No den nada por supuesto.