Lo ideal sería un anclaje basculante. Es decir, un único punto de apoyo que nos permitiera acceso total a la zona de percusión. No digo que sea imposible, pero yo no lo he encontrado. Antes de responder la pregunta sobre el anclaje veamos,
como prometimos, los distintos puntos de apoyo (fig. 1):
- Sobre la pastilla del bajo
Clásico y útil. Si nuestro bajo tiene dos pastillas, una de graves y una de agudos, podemos alternar el anclaje entre las dos pastillas.
- Sobre un apoyador colocado ex profeso
No todos los bajos traen estos puntos
de apoyo, aunque siempre podemos añadirlo nosotros... o un luthier.
- Sobre el puente
Aquí no parece apropiado apoyar el
pulgar, pero sí la palma de la mano para hacer palm-muting, por ejemplo. O para tocar con púa.
- Sobre una cuerda
Similar al apoyo sobre la pastilla,
pero con menor recorrido de los dedos. Sólo que no sirve para tocar la cuerda más grave. Cambiar el anclaje según la cuerda que toquemos resulta poco práctico.
- Sobre el extremo del mástil que se une al
cuerpo
Combina el apoyo sobre la pastilla y
el de la cuerda.
A modo de solución
- Sobre el mástil
Fig. 1 |
A modo de solución
Digamos que no hay un punto de apoyo mejor que otro, y que nuestro objetivo será el de siempre: estar lo más cómodos posible, evitar dolores o cansancio, tener el mejor acceso a las cuerdas, y poder digitar con la soltura y velocidad requeridas.
Además, como vimos en el artículo sobre la mano ejecutora, existe un sinfín de técnicas para percutir las cuerdas, por lo que un anclaje fijo no parece apropiado para todas. Por tanto:
- Si tenemos claro que siempre vamos a utilizar la misma técnica de percusión, mismo sonido, etc, no tendremos problema en utilizar, hasta la muerte, un anclaje fijo. Fin del problema.
- Si deseamos utilizar diversas técnicas, nuestra mejor opción es un anclaje móvil. Esto es, ir variando entre los puntos de apoyo vistos más arriba.
Desplazar la mano para cambiar de sonido debería ser automático. El tipo de canción, su estilo, o alguna parte de la misma pedirá un sonido u otro.
Existe otra solución para el anclaje móvil, en caso de que dar saltos entre pastilla y pastilla se convierta en un incordio que nos haga perder la concentración. La veremos en el apartado siguiente.
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