Estrategias de fraseo (y III)
- Crea un algoritmo de frase y "paséalo" por las notas del acorde. Por ejemplo: silencio + nota + semitono descendente + nota + semitono ascendente + nota + semitono descendente + nota (fig. 1). Tranquilo, es más complicado de escribir que de pensar.
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Fig. 1 |
- Amplía el "paseo" mencionado a las tensiones. Por ejemplo, novena.
- Si estás tocando sobre una progresión de acordes, "pasea" tu/s estrategia/s por toda la progresión.
- Realiza cromatismos (fig. 2)
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Fig. 2 |
- Alterna distintos modos o escalas. Sobre acordes mayores puedes usar jónico, lidio, mixolidio o pentatónica mayor; sobre menores, dorio, frigio, pentatónica menor, escala menor húngara, menor natural, menor armónica o menor melódica. Sobre un acorde mayor puedes usar lo que funciona para su relativo menor, y viceversa.
- Haz pausas. Es todo un arte. Bien colocadas crean espectación en el oyente.
- Rompe patrones. Son muchos los caminos que podemos trazar entre una nota de partida y una de llegada, pero tendemos a utilizar sólo unos cuantos. Es interesante salir de nuestra zona de comodidad y explorar otros caminos. También puedes digitar de forma imprevista, por ver dónde te lleva, y arreglar el resultado.
- Si tu frase es pobre o deficiente no todo está perdido. Un buen final de frase hará que todo vuelva a su sitio.
- Este truco es clásico: si cometes un error de bulto, repítelo varias veces. Ya no parece un error.
- Combina dos o más de las anteriores. Por ejemplo: realiza un ostinato y repítelo en otra octava.
- Escucha las sonatas para piano de Beethoven. Su desarrollo de motivos musicales (frases) es magistral. Nunca te aburrirás.
Notas disonantes. ¿Error u oportunidad?
Si nuestra frase debe encajar en el acorde, o acordes, sobre los que toquemos; si, como siempre, es mejor colocar notas del acorde en los tiempos fuertes, y notas de paso, tensiones, etc, en los tiempos débiles; entonces, demasiada restricción puede bloquear nuestra imaginación. Para desbloquearla nada mejor que perder el miedo a las notas disonantes, aprovechándolas a nuestro favor. Si caes sobre una nota disonante, úsala para crear tensión. Después de todo, sólo hemos aplazado la ejecución de una nota consonante. Este recurso puede ser muy útil, como vemos en el ejemplo de la figura 3.
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Fig. 3 |
Hostia deberían darte el premio nobel por todo este tremendo material!!
ResponderEliminarJajajaja. Me alegro si te sirven estos escritos. Un momento: no hay Nobel de Bajística, ¿o sí?
EliminarEspectacular muchas gracias por compartir esto
ResponderEliminarMuchas gracias, Rodrigo. Me alegro de que te guste. Saludos!!!
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