Puesto que 12 son las notas que existen, bien podemos construir un reloj con ellas. De hecho, es lo que tengo colgado en mi cocina. El reloj muestra las notas por su orden, como en el teclado de un piano, solo que de forma circular, y nos permite ver, gráficamente, algunos de los conceptos que expusimos en el artículo Enlazando arpegios a cualquier distancia. Concretamente, cuando dijimos que algunos intervalos nos hacen girar en círculo (más bien en polígono), sin avanzar, y otros nos permiten recorrer toda la escala cromática en un orden determinado. La figura 1 muestra lo que ocurre cuando enlazamos arpegios situados a distancia de segunda (2). Como vimos en la primera parte de este artículo, de invertir una segunda resulta una séptima (7). En el gráfico puede verse nuestro avance por segundas, en el sentido de las agujas del reloj, y nuestro avance por séptimas, en sentido contrario.
Fig. 1 |
En la figura 2 vemos el caso de las terceras menores (b3) y las sextas (6). Igual que en el caso anterior, tercera menor en el sentido de las agujas del reloj, sexta en sentido contrario.
Fig. 2 |
En la figura 3 vemos el caso de las terceras mayores (3), en el sentido de las agujas del reloj, y las sextas menores (b6), en sentido contrario.
Fig. 3 |
En la figura 4, por último vemos el caso de la cuarta aumentada (#4) o quinta disminuida (b5). Tal y como dijimos, en el sentido de las agujas del reloj que vayamos, solo tardaremos 2 movimientos en regresar a la nota de partida.
Fig. 4 |
Ni qué decir tiene que, girando cada uno de los polígonos representados, obtendremos el grupo de notas sobre las que girar si empezamos por otra nota distinta de C. También, es fácil ver, en el caso de las cuartas (4) o segundas disminuidas (b2) cómo nos trasladan a lo largo de la escala cromática tanto tiempo como queramos. Bueno, me voy a dormir, que ya son las D de la madrugada.
Gracias.
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